
¿Cómo se puede vender el alma sin que el corazón se rebele? Es mucho lo que nos jugamos, es seguir diciendo sí al bwana de Chicago y también al de Madrid, es un eslabón más en nuestra cadena, y lo que es peor aún, en la de nuestros hijos. Por suerte, tenemos esta herramienta horizontal, para que otros blogs, como el mío, se hagan eco y vayan levantando una ola de opiniones humanas contra lo inhumano. Y sí a la protesta de intelectuales: algo que hay que coordinar, que hay que lanzar a los cuatro puntos cardinales de internet.
Acabo de hablar con gente de Aragón, y me dicen que tiene pocos visos de llevarse a cabo el megagiliproyecto. ¿Y qué más da? Sólo la vergüenza de ver que nuestros gobernantes hayan aplaudido nos debe llenar de ira. Ira, no otra palabra, ninguna otra basta.
Acabo de hablar con gente de Aragón, y me dicen que tiene pocos visos de llevarse a cabo el megagiliproyecto. ¿Y qué más da? Sólo la vergüenza de ver que nuestros gobernantes hayan aplaudido nos debe llenar de ira. Ira, no otra palabra, ninguna otra basta.
Gonzalo Moure
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